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UNA LUZ DE ESPERANZA

4/30/2021

¿Será posible que alguna vez la justicia triunfe sobre el cinismo, los intereses y la mentira? Joe Biden nos abre una ventana hacia la ilusión.

 

El 24 de abril, el presidente de los Estados Unidos-Joe Biden- reconoció oficialmente el genocidio contra los armenios; perpetrado por el imperio turco-otomano a partir de 1915 y donde más de un millón y medio de seres humanos fueron asesinados.

 

Este genocidio contra el pueblo armenio tiene la particularidad que hasta el día de hoy es negado con énfasis por Turquía. El negacionismo es la última fase de todo genocidio. En otras palabras, al negarse los crímenes se busca destruir también la memoria de las víctimas y censurar todo conocimiento sobre el horror.

 

En un acto tardío de justicia, tras ciento seis años, por primera vez un presidente norteamericano reconoce el Genocidio Armenio, sin utilizar en la ocasión otros títulos ni parónimos que no existen, para referirse a un acto de barbarie criminal de lesa humanidad como el que sufriera el pueblo armenio.

 

Tras el telón de la Primera Guerra Mundial el Imperio Otomano organizó y ejecutó la mayor masacre conocida hasta aquellos días en pro de exterminar una raza milenaria, pacífica, laboriosa y próspera. Su heredera directa, la Turquía actual, al mando de un autócrata fundamentalista, hace no mucho, asociado a un co-sanguíneo de su propia especie al frente de Azerbaijan, propiciaron  una guerra desigual en la República de Artsaj –Nagorno Karabaj-, utilizando abiertamente todo tipo de argucias, esta vez, en un mundo colapsado por el Covid-19 y las complejas elecciones de los Estados Unidos. Así fue, que el mundo distraído y mirándose cada país su propio ombligo, una vez más los armenios lloraron sus muertos, al tiempo de ceder legítimos territorios históricos. Nuevamente el mal triunfaba sobre el bien.

 

En un mundo en el que proliferan dictaduras e ideas antidemocráticas, Joe Biden tuvo la decisión y el coraje de elegir la justicia sobre los intereses, revalorizando aquellos valores ante los que sus antecesores declinaron, a pesar de la determinación de cuarenta y ocho Estados de la Unión en reconocer independientemente el genocidio de los armenios, con el agregado que en octubre de 2019 por votación de amplia mayoría con 405 votos contra 11 de la Cámara de Representantes del Congreso de los Estados Unidos a favor de la aceptación y reconocimiento del genocidio , vetado sin miramientos por Donald Trump, una vez más priorizando los intereses geopolíticos en desmedro de los Derechos Humanos.

 

Por su parte el lobo negacionista muestra sus colmillos, irradia su enojo con amenazas y violencia, al comprobar que un siglo no ha sido suficiente para lavar con engaños sus manos ensangrentadas.

 

A.K.